En este artículo vamos a analizar un juego que, a priori, puede parecer parecido al “Virus!”, pero que realmente esconde mucho más trabajo que este último.

Hoy vamos a analizar el juego “Sushi Go!”, un juego de cartas con una mecánica de juego interesante que nos exige desarrollar una estrategia a medio plazo para intentar ganar la partida.

Caja del juego Sushi Go!

En “Sushi Go!” el objetivo (como en muchos juegos) es tener más puntos que los demás al finalizar las tres rondas de las que se compone el juego. Los puntos se consiguen a través de cartas, ilustradas todas ellas con diferentes platos de comida japonesa (con dibujos kawaii), o combinaciones de estas.

La fase de selección de cartas se hace especialmente interesante, ya que existen cartas que otorgan puntos que no dependen únicamente de ellas, sino que también dependen de las cartas de los demás.

NOTA: Este artículo no es una review del juego ni una explicación de la forma de jugar del mismo. Este artículo es un análisis de lo que nos aporta este juego a nivel cognitivo, pero la mecánica y el funcionamiento son fáciles de asimilar con solo leer las instrucciones.

Características

Jugadores: de 2 a 5 jugadores

Edad recomendada: +8

Tiempo aproximado por partida: unos 15 minutos, aunque puede crecer en función de la velocidad en la toma de decisiones y el recuento.

Evaluación Neuro in Business

Diagrama de Radar de Sushi Go

La aportación del tipo de juego

El tipo de juego de Sushi Go! se llama “draft”. Esto es algo que descubrí por casualidad durante la investigación sobre el siguiente juego que vamos a publicar (estad atentos porque se trata de un juego muy interesante para 1-5 jugadores) y se trata de una mecánica de juego que va en contra de muchos juegos de cartas clásicos.

Me explico.

En la mayoría de juegos de cartas es imprescindible que el resto de jugadores desconozcan las cartas que tú tienes en la mano. En la modalidad de draft, las cartas cambian de mano constantemente y en cada turno el jugador simplemente tiene que seleccionar una o varias de las cartas para utilizarla posteriormente. En el caso de Sushi Go!, los jugadores escogen una en cada turno.

Esta circulación de cartas provoca que todos los jugadores conozcan (o puedan conocer) las cartas que los otros jugadores tienen en su mano, por lo que la elaboración de estrategias y el ejercicio de la memoria a corto plazo toma una gran importancia.

Hay que tener en cuenta que en todas las formas de jugar (se juego un poco diferente en función del número de jugadores) no se llega nunca a utilizar el máximo número de cartas de la baraja, por lo que no es posible contar cartas y estar seguro del resultado o las cartas disponibles en la tercera ronda (al menos no al 100%).

Juego para 2, 3, 4 y 5 jugadores

Una de las características de este juego, y que por lo que estamos viendo en la mayor parte de juegos “nuevos”, es que el juego se adapta en función del número de jugadores para hacerlo más interesante sea cual sea la cantidad de personas que participen.

En este caso no es diferente, si bien la modificación más reseñable es para la modalidad de dos jugadores, la cantidad de cartas que se utiliza son diferentes en función del número de participantes y el sentido del intercambio de cartas va alternando entre las diferentes rondas.

Esta característica adaptativa de los juegos de mesa que estamos analizando y la limitación del tiempo de duración de una partida hace que la inversión en estos juegos sea un poco más asumible ya que facilita diferentes escenarios de juego y hace más apetecible ponerse a jugar.

Corta duración, diversión y alta concentración

Cada partida de Sushi Go! dura aproximadamente unos 15 minutos, por lo que es fácil encontrar un hueco para hacer una partida. Además, la flexibilidad en el número de participantes también hace que sea más “apetecible” (nunca mejor dicho tratándose de un juego basado en platos de comida japonesa :p).

Con todo esto, la duración de cada partida y las características que ya hemos mencionado (conocer las cartas de los demás participantes, elaboración de una estrategia y el control de lo que hacen los demás) hacen que mantener la concentración hasta el final no sea un problema habitualmente y que a medida que se practica, resulta mucho más sencillo elaborar la estrategia para cada ronda.
De todas formas, la flexibilidad cognitiva también la deberás ejercitar en profundidad ya que es posible que los otros participantes escojan estrategias similares, con lo que tu deberás adaptarte para no perder puntos innecesariamente.

Puzle para resolver y resuelto

Usabilidad del juego y packaging

Es interesante destacar que el packaging del juego es metálico, por lo que, rayaduras y abolladuras a parte, no debemos sufrir demasiado por su conservación. Además, las cartas también incorporan un acabado con textura en ambos lados que parece que proteja de líquidos y otros potenciales agentes dañinos (aunque no lo he podido comprobar todavía).

Para una mejor conservación se pueden utilizar fundas para las cartas (sirve el mismo modelo de fundas que para el juego de Virus!), aunque la durabilidad sin ellas parece muy alta. Y si te decantas por usar fundas para las cartas, puedes estar tranquilo porque la caja tiene la medida perfecta para que quepan todas con ellas, y eso es algo que se agradece.

Como ya hemos dicho al principio del análisis, la mecánica del juego es fácilmente asimilable con solo leer las instrucciones. La verdad es que la facilidad y todo lo que envuelve la usabilidad del juego es bastante elevada, por lo que nos es fácil recomendar este juego para diferentes escenarios de uso (familia, amigos o incluso empresas que quieran desconectar a la hora de la pausa).

Aportaciones y potenciales mejoras

Como ya hemos explicado, el juego tiene un ritmo interesante y el uso intensivo de la memoria de trabajo y la planificación a medio plazo juegan un papel fundamental en el resultado final. Hablamos de planificación a medio plazo porque la estrategia que se formula en cada ronda afecta única y exclusivamente a esa ronda; con cada ronda, las cartas en las manos de los participantes van a ser diferentes y es posible que debamos optar por combinaciones muy diferentes a las que hemos utilizado en rondas anteriores.

Una de las modificaciones que podemos hacer en nuestras partidas es limitar el tiempo que tienen los jugadores para elegir la carta que se queda en cada turno. Así, se puede evitar la ralentización del juego y exigir un punto añadido de concentración y focalización a todos los participantes, pues mantener la atención a tus cartas, las cartas que recibes y las cartas seleccionadas de los demás jugadores es un reto interesante. También es cierto que esta limitación de tiempo puede que sea más atractiva para personas que conozcan el juego en cierta profundidad.

El único gran “pero” que podríamos poner a Sushi Go! es que no se haya pensado en una modalidad específica para un jugador a modo de solitario, como en el caso de Brains (del que ya hicimos su análisis). Sería un gran complemento para justificar la inversión de… 10€!

Es broma, sería una gran aportación que Sushi Go! incorporara una modalidad de un jugador, pero por ese precio os aseguro que vale la pena tenerlo en casa y jugar con todas las personas que pasen por la puerta.

Diagrama de barras de Sushi Go

¡Ah! Por cierto, si queréis jugar, os recomiendo que lo hagáis con el estómago lleno ya que las simpáticas cartas te pueden acabar seduciendo y podéis acabar pidiendo sushi para comer y en ese caso os va a salir caro el juego…

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